Rompan filas

A modo de hito, celebrando que nos desmarcamos del resto del mundo con nuestro 3% de consumidores de cocaína, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha perpetrado una nueva manera de gastar los 6 millones de euros que se destinarán al próximo plan para prevención del consumo de drogas. La ministra de sanidad, Elena Salgado, delegará parte de su responsabilidad en los hosteleros españoles. Se impartirán cursos a los camareros para que controlen a la clientela y "pongan difícil" el consumo de estupefacientes en los locales. Sobre estos cursillos la ministra a adelantado que serán "breves pero intensos" e informarán sobre lo malo que es consumir droga.

A mi no me extrañaría que a este paso nos encontráramos con la Policía Nacional sirviendo cortados y napolitanas de crema a modo de protesta. Por las experiencias vividas sobre camareros que han tenido la osadía de soplar las filas que el pijo de turno se estaba armando sobre la barra, sería de más utilidad darles un cursillo de Kung Fu y no uno sobre los efectos de la cocaína; que esos los ven y padecen en su lugar de trabajo todos los días.

Ya de paso, la ministra también pide un compromiso de los hosteleros para lograr un descenso del consumo de alcohol entre sus clientes. Vamos a poner al zorro a vigilar las gallinas, que es el único que no les quita ojo.

Farloperos precoces

A los españoles nos encanta peinarnos la raya al medio desde que nos sale el primer acné: más del 7% de los menores de entre 14 y 18 años ya han probado este estimulante. Uno de cada 30 españoles de entre 15 y 24 años es consumidor habitual. Luego dicen las malas lenguas que ha disminuido el poder adquisitivo de los jóvenes.

A esto el ministerio responde con una nueva campaña de información que comenzará este mes de julio y que llevará por lema "Cocaína: ¿Se lo vas a dar todo?". La línea de acción será la de siempre: folletos "accesibles" (supongo que esto significa que no tendrán "palabras difíciles", va dirigido a chicos formados por el sistema educativo de este mismo gobierno) que despejarán las dudas juveniles sobre los "mitos y realidades de la droga". Es decir, la habitual cantinela de que cuando esnifas una raya llora el niño Jesús, se muere un hada y se ahoga un marinero. Si sigue el ejemplo de campañas anteriores, como parece, apetecerá meterse el perico a puñados.

La siguiente línea de acción será desprestigiar el mundo del esnife, ya que uno de los mayores problemas en la lucha contra la coca es el prestigio social del que goza. Esto si que me parece acertado. No veo la hora de que le embarguen el Audi y le destituyan en el trabajo al farlopero de turno.

I can´t get no satisfation, but I try...

Lo mas ridículo de este asunto no son los camareros policía (¿Próxima serie de David Hasselhof?), lo indignante es que se escurre el bulto de la peor manera posible. Lanzan campañas a jóvenes resabiados con la idea de que la cocaína no es guai, cuando la experiencia de la mayoría es que sí lo es. Te dicen que las drogas no te hacen pasártelo bien ni sentirte mejor cuando por lo general si lo hacen, sobre todo la coca. La cocaína te embarga las primeras veces con una sensación eufórica de bienestar y sobre todo de seguridad en ti mismo. Esa seguridad es un valor tan perseguido por jóvenes como por adultos. Que las personas tengan que buscar esa satisfacción personal en las drogas es lamentable y el sistema es el responsable directo.

Vivimos en una sociedad que vive amargada, con unas aspiraciones que no se cumplen, de personas que se sienten solas ante un estado intervencionista que ejerce un control riguroso sobre la vida social y lo que es peor, lo hace de puto culo.

La única barrera, cuando la educación falla, ante el consumo de drogas es la satisfacción personal. Sentirse a gusto con uno mismo te impermeabiliza contra diversas trampas sociales como la droga, por mal que se pueda pasar. Otra cosa es cuando estamos ante una sociedad frustrada, insatisfecha, a la que se le venden unos objetivos que nunca llegan; otra cosa es cuando llenamos los medios de comunicación con gilipolleces sobre mileuristas, viviendas para todos, integración, promoción del empleo estable y las 40 horas semanales; otra cosa es cuando la mayoría de los jóvenes nos vemos estafados a la hora de conseguir una vivienda y cuando los padres de familia se ven en la puta calle a los 55 años mientras que hay personas de 40 disfrutando de una jubilación. Otra cosa es cuando se plantea que ser el país con más personas que eligen salirse de la realidad, y dejar su vida perderse a la deriva en la coca del mundo, es debido a que los camareros no dan ejemplo en los lugares de ocio.

Los camareros, señora Salgado, no dan buen ejemplo entre otras cosas porque en este país la gente hace jornadas de más de 12 horas al día en los centros turísticos. Un jefe de barra en Ibiza puede trabajar desde el atardecer a mediodía, los 30 días del mes, con un descuadre máximo de 10 euros en una caja atendida por 4 camareros que factura cientos de miles. Si encima tiene que controlar los ritmos anormales de uso del aseo según su nuevo convenio ya le puede usted ir pasando un rulo, señora ministra, que lo va a necesitar.